En España se conservan todavía muchas puertas de iglesias y de casas señoriales con notabilísimos ejemplos de aldabas y muchos de ellos de valor artístico. En pleno siglo XXI, la atracción de los cascos antiguos medievales de nuestras ciudades es innegable, atrayendo cada año a miles de turistas, como es el caso, por ejemplo, del barrio Gótico de Barcelona.
La forma más antigua y también más usual fue la de argolla suspendida bien de una anilla o bien de una cabeza de león o grifo que se destaca en el centro de una placa circular o en el vértice de un cono cuya base está sobre la puerta.
La argolla suele estar facetada de cuatro caras adornadas con labor lineal grabada que se repite generalmente en el disco. Se descubre en todos los caracteres de estos aldabones una influencia del arte árabe.
Elementos arquitectónicos de una puerta
Dintel: Es la pieza horizontal superior, que soporta el techo como trabe y está construida con los mismos materiales que la casa permitiendo un hueco para una puerta o ventana.
Faldón: Es la pieza fabricada de diferentes materiales generalmente similares a los utilizados al construir una puerta que se pone abajo del dintel como fijo.
Antepecho: Es el término empleado por algunos instaladores de puertas para referirse al jambaje.
Jambas: Son las piezas laterales, en el marco de una puerta.
Jambaje: Se llama jambaje al faldón y a las jambas en conjunto.
Mochetas: Son las piezas laterales en el marco de una puerta construidas con el mismo material del edificio.
Umbral: Es la parte inferior contrapuesta al dintel, en una puerta.
Alféizar: Es la parte lateral del muro por donde se descubre el grueso del mismo, así como la parte saliente de dicha repisa en el exterior del muro.
Portada: Es el conjunto de columnas pequeñas y dinteles y de arcos con sus arquivoltas que rodean a una puerta (jambaje).
Tímpano: Es el espacio que media entre el dintel y el arco en la portada.
Vano: Hueco hecho en el muro para alojar una puerta o una ventana.
Diez tipos de puertas antiguas
1. Puerta de doble hoja: Puerta antigua de madera de doble hoja que nos transporta al pasado.
2. Puerta de hojas abiertas: Es un viejo portón de madera de dos hojas.
3. Puerta “recargada y exquisita”: Es una combinación de madera y vidrio en su parte superior nos muestra esta elegante puerta antigua. Su delicado trabajo dorado a la hoja en su dintel y picaporte, nos recuerda a las típicas aberturas de los ornamentados palacios en tiempos del barroco en el arte. Ideal para una vivienda donde la sofisticación y el glamour han dejado su huella identificatoria propia.
4. Puerta “del amor”: Es una puerta antigua de madera entre las fuertes columnas de piedra que la sostienen.
5. Puerta con techo: Un techo de chapa cubre el umbral de una entrada que se sostiene por un única columna de hierro. Entre ellos, esta puerta antigua de doble hoja con detalles de barrotes en hierro fundido.
6. Puertas con translúcidas formas: El vidrio se convierte en el protagonista absoluto, la delicadeza se muestra a través de los diseños de los cristales de sus paneles, con sus tenues colores de cielo y mar. Transparencias sutiles que desdibujan las siluetas.
7. Puerta sobre rieles: Es un portón con hoja corrediza, un excelente ejemplo de como adaptar el paso del tiempo a la modernidad de la construcción disponible.
8. Puerta corredera de madera: Puerta antigua de madera transformado en una puerta corrediza, a través de un moderno sistema de rieles mecánicos.
9. Puertas “de palacios”: Los paneles y dinteles son dorados, como una manera de conservar esos lujosos y elegantes detalles de época.
10. Puerta antigua de madera de doble hoja: Abre sus paneles invitándonos a pasar por una puerta de entrada de diseño no tan simple y austero como el primero. Óvalos arriba y abajo y un cristal en medio de la puerta que deja ver quien llama y quien atiende.